La huella de carbono en la logística representa un desafío significativo en la lucha contra el cambio climático. A medida que las cadenas de suministro se expanden y las expectativas de entrega rápida aumentan, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas al transporte y almacenamiento de mercancías también crecen.
Índice
¿Qué es la huella de carbono en la logística?
La huella de carbono en la logística se refiere a la cantidad total de GEI emitidos durante las actividades logísticas, incluyendo el transporte, almacenamiento y distribución de productos. Estas emisiones se clasifican en tres alcances:
Alcance 1: Emisiones directas
La huella de carbono en la logística representa las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por las actividades relacionadas con el transporte, almacenamiento y distribución de mercancías.
Dentro de esta medición, el Alcance 1 se refiere a las emisiones directas producidas por fuentes que son propiedad o están bajo el control de la empresa. En el sector logístico, esto incluye principalmente los vehículos de transporte propios (camiones, furgonetas, flotas de reparto) y el uso de combustibles fósiles como diésel o gasolina para su operación.
También abarca las emisiones provenientes de maquinaria utilizada en almacenes y centros de distribución, como montacargas y generadores. Estas emisiones son cuantificables y permiten tomar decisiones para su reducción, como la transición a vehículos eléctricos o híbridos, el uso de biocombustibles o la implementación de mantenimiento preventivo que garantice una mayor eficiencia energética.
Alcance 2: Emisiones indirectas
El Alcance 2 se refiere a las emisiones indirectas asociadas al consumo de energía eléctrica, vapor, calefacción o refrigeración comprada por una empresa para sus operaciones logísticas.
Aunque estas emisiones no provienen directamente de las fuentes que controla la organización, están vinculadas al proceso de generación de la energía consumida. En el ámbito logístico, esto incluye el uso de electricidad en centros de distribución, almacenes, oficinas y estaciones de carga eléctrica para vehículos.
La magnitud del Alcance 2 depende en gran medida de la fuente de energía contratada: si proviene de combustibles fósiles o de fuentes renovables como la solar o eólica.
Alcance 3: Emisiones mixtas
El Alcance 3 comprende todas las emisiones indirectas que ocurren en la cadena de valor de una empresa, fuera de sus operaciones directas o del consumo de energía adquirido (Alcance 1 y 2).
Es el más complejo y extenso, ya que incluye actividades como el transporte contratado a terceros, viajes de negocios, emisiones asociadas a proveedores, distribución de productos al cliente final, gestión de residuos y uso del producto por el consumidor.
En logística, el Alcance 3 abarca desde la fabricación de insumos hasta la entrega final y la disposición del producto, y puede representar la mayor parte del total de emisiones.
¿Cómo medir la huella de carbono en la logística?
La medición precisa de la huella de carbono es esencial para identificar áreas de mejora y establecer objetivos de reducción. Existen diversas herramientas y metodologías para este propósito:
Etapa / Elemento | Descripción | Ejemplos / Herramientas |
1. Definir el alcance de la medición | Establecer si se medirán emisiones de Alcance 1, 2 y/o 3. | Alcance 1: flotas propias; Alcance 2: electricidad; Alcance 3: proveedores. |
2. Identificar fuentes de emisión | Determinar las actividades logísticas que generan emisiones. | Transporte, almacenamiento, embalaje, consumo energético, etc. |
3. Recopilar datos operativos | Obtener datos concretos de consumo y actividad. | Litros de combustible, kWh de electricidad, kilómetros recorridos. |
4. Aplicar factores de emisión | Usar coeficientes que convierten los datos en emisiones de CO₂e. | Bases de datos: GHG Protocol, DEFRA, IPCC, etc. |
5. Calcular las emisiones totales | Multiplicar los datos operativos por los factores de emisión correspondientes. | Ejemplo: litros de diésel × factor de emisión del diésel = kg CO₂e. |
6. Analizar resultados | Interpretar las emisiones por categoría, proceso o proveedor. | Identificar focos de alta emisión para priorizar mejoras. |
7. Verificar y reportar | Validar la información y documentar resultados para fines internos o externos. | Auditorías, informes GRI, estándares ISO 14064 o GHG Protocol. |
8. Establecer objetivos de reducción | Definir metas y estrategias para disminuir emisiones en cada alcance. | Migrar a energías renovables, optimizar rutas, consolidar cargas. |
¿Qué es la logística sostenible?
La logística sostenible se refiere a un enfoque estratégico que integra prácticas de gestión de la cadena de suministro con la responsabilidad ambiental, social y económica, con el objetivo de minimizar el impacto negativo en el medio ambiente mientras se optimizan los procesos logísticos para ser más eficientes, rentables y socialmente responsables.
La logística tradicional se centraba en la optimización de costos y tiempos de entrega, sin considerar necesariamente las consecuencias ambientales.
Sin embargo, en un mundo donde los consumidores y las regulaciones están cada vez más enfocados en la sostenibilidad, las empresas deben adaptar sus operaciones para ser más ecológicas y responsables con el entorno.
Elementos de la logística sostenible
La logística sostenible no solo se trata de reducir el impacto ambiental, sino también de crear valor a través de la eficiencia operativa y el compromiso con el bienestar social. Sus elementos más importantes son:
Reducción de emisiones de CO₂
La transición hacia vehículos eléctricos, el uso de biocombustibles y la optimización de rutas para reducir el consumo de combustible son medidas eficaces para disminuir la huella de carbono.
Uso eficiente de los recursos
Minimizar el uso de recursos como energía, materiales y agua es esencial en la logística sostenible. Esto se logra a través de la implementación de tecnologías más limpias, el uso de empaques reciclables y la reducción de residuos generados en el proceso logístico.
Optimización de la cadena de suministro
La integración de la sostenibilidad en la cadena de suministro implica trabajar estrechamente con proveedores y socios que compartan los mismos valores ecológicos, lo que implica la selección de proveedores locales, el uso de transporte compartido y la consolidación de envíos para reducir el número de viajes.
Eficiencia energética en almacenes y centros de distribución
Los centros logísticos deben ser energéticamente eficientes, utilizando tecnologías como iluminación LED, sistemas de gestión de energía y el uso de fuentes renovables de energía.
Logística inversa
La gestión de devoluciones de productos de manera sostenible, reciclando o reusando productos y materiales, es una parte importante de la logística sostenible. Este proceso no solo reduce el desperdicio, sino que también promueve la economía circular.
Beneficios de la logística sostenible
Los beneficios de la logística sostenible son más que evidentes:
- Reducción de costos operativos: A largo plazo, la implementación de prácticas sostenibles puede reducir el consumo de energía y los costos asociados con el transporte y almacenamiento.
- Mejor reputación empresarial: Las empresas que adoptan prácticas sostenibles suelen ser mejor valoradas por los consumidores y socios comerciales, lo que puede mejorar su competitividad.
- Cumplimiento normativo: En muchos países, las regulaciones medioambientales están siendo cada vez más estrictas, por lo que ser proactivo en la sostenibilidad asegura el cumplimiento de la normativa y evita posibles sanciones.
Estrategias para reducir la huella de carbono en la logística
Una vez identificadas las fuentes principales de emisiones, las empresas pueden implementar diversas estrategias para reducir su huella de carbono:
Adopción de vehículos ecológicos
Sustituir vehículos tradicionales por opciones más limpias, como eléctricos o híbridos, puede disminuir significativamente las emisiones directas. Estos vehículos no solo reducen las emisiones de CO₂, sino también la contaminación acústica.
Optimización de rutas
Utilizar software avanzado para planificar mejor las rutas ayuda a minimizar la distancia recorrida y el consumo de combustible, reduciendo así las emisiones.
Uso de tecnologías verdes
Implementar tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT) permite una mejor gestión de la cadena de suministro, optimizando el uso de recursos y reduciendo desperdicios.
Embalajes sostenibles
Optar por embalajes más ligeros y reciclables disminuye el peso total de los envíos y, por ende, el consumo de combustible durante el transporte.
Energías renovables en almacenes
Instalar paneles solares u otras fuentes de energía renovable en centros de distribución reduce la dependencia de fuentes de energía fósil.
En Coordi reducir la huella de carbono en la logística es nuestra prioridad
En Coordi, reducir la huella de carbono en la logística es una prioridad estratégica, especialmente en nuestra zona logística de México. Hemos implementado soluciones innovadoras para minimizar el impacto ambiental de nuestras operaciones, enfocándonos en el uso de tecnologías limpias y prácticas sostenibles.
Nuestro compromiso incluye la optimización de rutas de distribución para reducir el consumo de combustible, la renovación de nuestra flota con vehículos de bajas emisiones y la implementación de sistemas de monitoreo ambiental en tiempo real. También colaboramos con aliados estratégicos comprometidos con la sostenibilidad para fortalecer una cadena logística más verde. Estas acciones reflejan nuestro propósito de avanzar hacia un modelo logístico responsable con el entorno y alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).